Cuadernos de otros cursos

12.02.2009

La construcción de la frontera *imaginada

Por Julia Azucena Guzmán Díaz

Pretendo mostrar cómo las concepciones sobre la frontera están regidas por imágenes, que a la vez determinan el estilo de vida y las relaciones mutuas entre cada individuo que conforma y piensa la frontera. Poder visualizar la frontera norte de México a partir de su identidad creada de representaciones visuales, para demostrar que la concepción de la frontera está construida por lo estereotipos formulados por humanos a través de las imágenes representativas que le ofrecen.

Para esto se definirá la frontera a través de algunas ideas que nos han otorgado algunos intelectuales sobre temas sociales, y posteriormente pasar a explicar cómo las representaciones visuales de la frontera norte, producen símbolos que a la vez producen identidades. Así mismo, explicar quién es el arquitecto de la identidad fronteriza y qué materiales utiliza para su construcción. Por último, se mencionarán algunas representaciones visuales (película, documental u obra artística) que nos hablen de la frontera y nos ayuden a asumir una postura crítica con respecto a nuestra identidad.

Comencemos tomando por hecho que “la frontera” es un tema que merece ser estudiado por las ciencias sociales, donde ésta sea visualizada como una representación donde se expresan “estereotipos en el sentido de modo de representación (mental) colectivamente compartidos que reconocemos y reconstruimos a partir de índices visuales y sonoros” (Joly 2003, 226). Así, como lo menciona Manuel Ceballos Ramírez “la frontera se ha construido con tal complejidad, que en ella se entrecruzan tiempos y espacios, acontecimientos políticos y sociales, influencias locales, nacionales e internacionales, intereses y residentes, mitos y realidades; angloamericanos, indígenas y mexicanos” (Ceballos 2003, 72).

Se entiende que lo cotidiano se inventa, se construye y que la cultura fronteriza ha sido y está formada por las ideas esteriotipadas de un determinado grupo de personas, de un “otros” que no somos “nosotros”. Estas ideas forman símbolos, estos símbolos se pueden encontrar en las imágenes como lo son las fotografías, pinturas e incluso el cine encargado de fabricar imágenes que simbolicen lo fronterizo. Sin embargo estas imágenes no se fabrican solas, ni tienen voz en sí.

Para que una imagen tenga una carga simbólica, anteriormente tendría que existir un fabricador encargado de pensar y fabricar una idea, que desde su punto de vista represente una parte de lo que es la frontera. Técnicamente es llamado equipo de montage constituido por todas aquellas personas que construyen documentos audiovisuales hechos por imágenes y sonidos secuenciales. La mayoría de las veces este fabricador o fabricadores pertenecen a un grupo reducido de “intelectuales” que se encargan de pensar y observar la frontera, es decir, tienen el “poder” de difundir sus ideas, de esta manera pueden proporcionar “materiales” para que la mayoría de la gente (habitantes de la frontera norte de México en una caso muy personal Tijuana) construya sus ideas, definiciones de su espacio y tiempo. De la misma manera, estos grupos que proporcionan el material simbólico no podrían construir sus ideas sin la construcción de las formas de vivir de la gente “común” de la frontera. De este modo los intelectuales, artistas y productores, buscan lo cotidiano de la gente para tener una perspectiva de la estructura del mundo. Este es el juego donde el otro interpreta al otro para así definirse a sí mismo “la frontera se conforma en ámbitos múltiples de alteridad” (Valenzuela 2003, 52).

Pero, ¿qué es lo simbólico?. “Siguiendo a Geertz, lo simbólico es el mundo de las representaciones sociales materializadas en formas sensibles, también llamadas “formas simbólicas”, y que pueden ser expresiones, artefactos, acciones, acontecimientos y alguna cualidad o relación” (Giménez 2005, 71). De esta forma se puede decir que las imágenes que proporcionan estos “intelectuales” ayudan a dar un “sentido común” a la región fronteriza una ¿identidad fronteriza?. Entendiendo como identidad el encontrar y apropiarse de un algo que no tiene el otro para así fabricar una diferencia entre ambos. En esta ocasión estaremos hablando de una identidad cultural ya que esta es la dimensión “simbólica-expresiva de de todas las prácticas sociales incluidos los hábitos y sus productos materializados en forma de instituciones o artefactos” (Giménez 1996, 6). Es decir, gracias a los “productos” que nos ofrecen los “realizadores” o equipos de montage, casi siempre “personas sensibles” que hablan sobre la frontera, ayudan a la construcción de una cultura fronteriza o bien una identidad, por lo tanto ayudan a la formular la concepción de lo fronterizo a través de imaginarios.

A las imágenes las comenzaré a llamar discursos, debido a que su autor nos quiere convencer de un “algo”. Lo visual, la imagen “a través de ella construimos gran parte del imaginario mental donde se imprimen nuestras experiencias, un imaginario…” (Roca 1999, 128). En gran parte del imaginario radica la memoria, esta hace alusión al pasado por lo tanto es fácil conectar a la historia, como lo propone Jacques Le Goff, a través de la memoria colectiva. Pero, ¿qué es lo que nos ofrecen esas imágenes? ¿Qué nos proponen?

En el caso del cine fronterizo que “ha tomado distancia de la narrativa clásica mexicana” (Iglesias 2003, 330), definido como “un conjunto de películas producidas en un medio industrial que tiene en común la utilización temática y productiva del espacio fronterizo, espacio que es tanto real como ficticio.” (Ibid., 328). De esta forma el cine fronterizo se convierte en un proporcionador de imágenes que nos muestran personajes y estilos de vida de la frontera. Realizadas para un público que va ser el encargado de receptar e interpretar para posteriormente fabricar ideas, pensamientos, actitudes.

El cine al ser un medio de difusión muy efectiva y popular, algo de espectáculo y entretenimiento, ha alcanzado en sus imágenes en movimiento que cuentan una historia bajo un guión, sean percibidas por un gran grupo de individuos, “el público”, el encargado de interpretar la película.

A través de la historia del cine fronterizo ha alcanzado a percibir imágenes de personajes fronterizos con características, casi siempre, libertinas y con algunos rasgos de perversidad, por lo general son a las mujeres que viven en la frontera que se les puede identificar así. También podemos identificar la imagen del emigrante que se ve seducido por la “mala” cultura que ofrece las tierras fronterizas. En el caso de la migración el cine ha sido muy especifico en darnos a entender que la causa principal de que estos personajes emigran es por la economía como causa de falta de trabajo en el “sur” del país. También nos puede contar los problemas que estos migrantes sufren en el proceso de movilizarse hacia Estados Unidos, violencia, injusticia, etc.

A partir de estas imágenes que nos proporcionan los directores y productores de estas películas fronterizas, podemos decir que del migrante y su relación con la frontera (como espacio cultural) se ha construido un discurso generalizado y estereotipado de una frontera “liberal” llena de vicios y prostitución, una “tierra de nadie”, “ciudad de paso”, “campo de maldad interseca en cuyas puertas quedan los prejuicios” (Giménez 2003, 43).

Estas descripciones del territorio fronterizo abarcan también la representación del habitante de estas fronteras, del hombre o mujer norteña, casi siempre, cabaretera, narcotraficante, pollero. Nótese que quien hace el cine fronterizo casi siempre es desde una perspectiva, ya sea del “sur” de México o desde Estados Unidos, quien da el término de “chicano” y “latinlover” al mexicano; y, en el caso del “sur”, al “pocho”, quien perdió su identidad nacional y por lo tanto carece de una tradición -de esta manera el “pocho” se convierte en una imagen con un concepto, una construcción esteriotipada basada en las imágenes que el cine proporciona.

En el videodocumental, que también proporciona imágenes, los fabricantes de este material son individuos más comprometidos en fijar una idea y por lo tanto estudian a más profundidad esta idea a fijar. En el caso de los videodocumentales Frontier Life, Que suene la calle y MAQUILAPOLIS es evidente el caso de que en todas se habla de Tijuana, una ciudad fronteriza, desde diferentes perspectivas y problemas sociales.

En el caso de Maquilapolis se puede notar fácilmente como la migración es impulsada por el empleo que la frontera ofrece a través de la industria maquiladora, es fácil notar a través de estos personajes femeninos, que nos ofrecen contar su historia, las diversidad de estados de donde provienen y se quedan para comenzar una nueva vida. En este documental se puede visualizar las formas de vivir y las injusticias que estas mujeres sobrellevan por ser miembros de una maquila manejada por extranjeros.

En el caso de Que suene la calle también se pueden observar las imágenes de una ciudad insalubre con calles llenas de “niñas” que nos dicen que… la vida es dura y que viven en Tijuana un espacio donde se puede vivir la pobreza, pero también la “libertad” como un concepto imaginario, donde la “libertad esta en las calles” de Tijuana. En estas calles puedes encontrar desde sentimientos: como lo son el amor, amistad y tristeza. Hasta los problemas que muchos estudiosos se han propuesto solucionar desde hace algún tiempo atrás, drogadicción, pobreza, marginación, prostitución, delincuencias- violencia, etc. En palabras más explicitas este videodocumental nos muestran las calles de Tijuana y lo que se puede vivir en ellas.

En Frontier Life de nuevo nos muestran la imagen de una Tijuana desorganizada, sin límites y una fusión cultural (en cuanto a música) una perspectiva que se dio entre algunos jóvenes que habitaban Tijuana hace algunos años lo que José Valenzuela Arce llama “nuevos imaginarios impulsados por las industrias culturales y otras expectativas compartidas por los más jóvenes” (Valenzuela 2003, 44). Valenzuela está hablando del aspecto económico o los “beneficios” que trae vivir en la border: “creció así la idea de la frontera como puente de oportunidades, imagen asociada a la posibilidad de presumir por haber estado ahí, y con el acceso al consumo de productos del otro lado” (Ibid., 44).

Para concluir mencionaré que con todos estos objetos de interpretación el “pueblo” se encarga de fabricar y establecer sus ideas sobre la frontera, ya sea que viva o no en ella, fabrica una concepción de lo fronterizo. No es únicamente a través de las imágenes que le ofrecen, incluso también puede construir desde su propio criterio y vivencias, entre otras, ideas que fabrican este concepto, sin embargo la imagen, lo visual, por lo tanto lo imaginario, es uno de los que mayormente ayuda a fabricar este concepto. La construcción de la frontera.

Bibliografía

Ceballos, Manuel. 2003. “Consideraciones históricas sobre la conformación de la frontera norte mexicana.”. En Por las fronteras del Norte, coord. por José Manuel Valenzuela Arce. México: FCE, Colef.


De Certeau, Michel. 1996. “Introducción general”. En La invención de lo cotidiano 1: el arte de hacer. México: Universidad Iberoamericana.

Giménez, Gilberto. 2005. “La concepción simbólica de la cultura". En Teoría y análisis de la cultura, pp. 67-87. México: CONACULTA. En http://www.paginasprodigy.com/peimber/cultura.pdf

_____. 1996. “Cultura y territorio”, Estudios sobre las culturas contemporáneas II, núm. 004 (diciembre): 9-30. En http://problemasrurales.files.wordpress.com/2008/12/territorio-y-cultura.pdf.

Fjellestad, Hans, dir. y prod. 2002. Frontier Life [documental]. México, E.U.: 85 min. [Iván Díaz, co-productor. Inglés y español con subtítulos.].

Funari, Vicky y Sergio De La Torre, dirs.y prods. 2002. Maquilapolis [documental]. México.

Iglesias, Norma. 2003. “Retratos cinematográficos de la frontera. El cine fronterizo, el poder de la imagen y la redimensión del espectáculo cinematográfico.”. En Por las fronteras del Norte…

Martínez, Itzel, dir. 2006. Que suene la calle [documental]. México: Productora YonkeArt.

Martinez, Joly. 2003. “Introducción”. En La interpretación de la imagen: entre memoria, estereotipo y seducción. (s.d.)

Valenzuela, Manuel. 2003. “Centralidad de las frontera. Procesos socioculturales en la frontera México- Estados Unidos.”. En Por las fronteras del Norte…