Guarderia ABC

Ya no es increble ver como el uso del poder puede llegar a traer consecuencias a otros, lo digo porque en la investigación que realizamos para exponer este tema, fue notorio ver nombres de parientes de políticos y más aún ver que muchos de ellos habían huido después de lo que ocurrió en la guaderia ABC en Hermosillo, donde perdieron la vida 49 niños que fueron alcanzados por las llamas que se originaron primeramente en las bodegas continuas a la guarderia.

La injusticia ante dicho crimen y más aun que ya no es de llamar la atención en México (pues pasa mucho) es que todo esto haya pasado principalmente por negligencias de parte de:

1) las autoridades por entregarles el permiso sin que tuvieran salidas de emergencias, extinguidores y alarmas contra incendios.

2) que los dueños también hicieran caso omiso de dichas irregularidades.

3) que no se contara con la cantidad de personal para el cuidado de los niños.

En toda esta noticia que se ha venido siguiendo y donde nombres como Eduardo Bours gobernador de la ciudad que no agilizaba las investigaciones y quien además declaró que el tema de la guardería fue el culpable de que no se ganara en las votaciones donde su partido el PRI perdió, el ex-director del IMSS Juan Molinar por simplemente deslindarse del caso y el procurador Eduardo Medina por su declaración donde decía que el caso del incendio no era tan grave y que los culpables no pisarían la cárcel fue un detonante para que sean señalados por los sonorenses.

Se está por cumplir un año de este trágico día para los sonorenses, sobre todo para aquellas familias que perdieron un pequeñito y este casi aun no se ha esclarecido.

Así como este caso hay muchos, sobre todo que ocurren en cada ciudad del país y ante las evidencias el gobierno continúa trabajando de la misma manera sin tomar acciones a manera de hacer justicia.

Actualmente en las noticias se ha mostrado como han aprovechado los principales implicados de sus familaires políticos ya que pagaron cerca de 2 millones de pesos para llevar el caso en plena libertad, algo que para los padres que perdieron a su pequeño (a) no es justo.