Cuadernos de otros cursos

6.12.2010

¡RICAS GORDITAS DE NATA!

En Tijuana podríamos encontrar cualquier cosa proveniente de otros estados de la republica y una de ellas y que tenemos una gran variedad es la comida.

La comida originaria del sur de México es muy popular entre la gente de las fronteras, y Tijuana no será la excepción, sus calles se ven siempre transitadas y en los espacios para los peatones nunca falta un puesto de alguna deliciosa “garnacha” para el deleite de quienes no han tenido tiempo de comer.

Las Gorditas de Nata llegaron hace poco a Tijuana, algunos dicen que provienen de Sinaloa, donde son conocidas como “cayotas” y otros que vienen del D.F. el hecho es que son deliciosas y su olor es muy atractivo para los que por ahí pasamos.

Las personas que podemos encontrar detrás de ese carrito donde se preparan las gorditas son empleados y no son ellos quienes preparan la masa, ellos solo se dedican a calentar y vender. Son personas que llegaron a Tijuana para encontrar un nivel de vida distinto para su familia. Argumentan que ni ellos mismos saben cual es con exactitud la receta de este dulce y esponjoso pedazo de harina.

Alicia, trabajadora de uno de estos carritos, llego a Tijuana desde que tenía trece años de edad. Su familia se dedicaba a vender casetes en la zona centro, con el tiempo pudieron poner un puesto de tacos. Una de sus hermanas se caso con un señor que compro la receta de estas gorditas y se dedico a venderlas en fiestas de colonia o convivios. Pudo tener su permiso para empezar a venderlas en la calle tercera de la zona centro. Alicia comenzó a trabajar ahí y desde entonces no se ha dedicado a nada más que no sea a vender gorditas de nata.

Estas gorditas eran de gran demanda cuando recién salieron a las calles, también su venta varía dependiendo del clima, si hace frio son muy buscadas para acompañar un café, por lo contrario si hace calor son un poco ignoradas.

El hecho es que aun cuando en sus inicios se llegaban a vender hasta 400 gorditas al día, hoy después de varios años aun se venden, no como antes pero aun hay quienes las consumen casi a diario y ya son clientes frecuentes de Alicia.

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