Cuadernos de otros cursos

6.03.2009

El cine, un reflejo de la frontera norte

Por Juan Adolfo Cortés Alameda

El cine fronterizo como un medio de comunicación permite transmitir una percepción sobre el mundo que nos rodea, es una forma compleja que envuelve técnicas capaces de darnos alusión a un suceso, a partir del lenguaje, la música, los colores, el entorno, la situación social y la etnia; así mismo éste da oportunidad a marcar el tiempo o hacernos perder la conciencia del mismo, permite crear o destruir, componer o descomponer. Pero tal vez todo esto se resumiría en que el cine fronterizo “… ha sido un importante generador y consolidador de estereotipos sobre la frontera y lo fronterizo (Iglesias, 2003, pp.332). Dado a esto en los siguientes párrafos explicare algunos rasgos del cine fronterizo según la visión de Norma Prieto en su trabajo Retratos cinematográficos de la frontera y asociare las características que fueron retomados en los documentales “Que suene la calle”, “Maquilapolis” e “¿Y tu cuanto vales?

Primeramente hay que destacar que la idea del cine fronterizo da alusión a un sin numero de situaciones sociales que grandes productoras tanto mexicanas como tiempo después Hollywoodenses, tomaron como una forma de hacer cine teniendo énfasis en los casos tan particulares que se vivían en la frontera, las variabilidad de percepciones que daban una idea particular generan entonces un sin numero de estereotipos que se fueron adaptando lentamente y se refuerzan por el paso del tiempo (Iglesias, 2003).

En el documental “Y tu cuanto vales” nos presenta la visión que se tiene de ambos lados de la frontera, por un lado el mexicano que critica y a la vez alaba a un Estados Unidos, y por otro lado la idea de los americanos hacia la cultura mexicana. Es importante destacar que a pesar de que este documental toma como base las diferentes culturas e de ahí que se tome como base una frontera (física e imaginaria), es importante resaltar que las opiniones en un momento pueden ser tan solo opiniones huecas debido a que ninguno de los entrevistados parece encontrarse en la frontera, mas bien en el centro de ambos países. Razón por la cual podríamos inferir que toda la información que tienen y transmiten puede ser tomada de alguna película trayendo a la mente de un mexicano la para estos depreciable imagen de los “crueles americanos” y para los estadounidenses el estereotipo de un mexicano: sombrerudo y borracho.

Con lo anterior podría decir que el ideal mexicano o americano en su debido caso, es principalmente retomado por gente ajena a la frontera quienes en todo caso podrían tener mayor conocimiento del modo de vida de los vecinos, aunque la frontera norte sea el lugar donde se crea una cultura nueva. Es decir, se ha creado un estereotipo tan marcado que se generaliza a partir de un ideal que se data de decenas de años, para ser precisos durante la revolución donde ciertamente la mayoría de los mexicanos usaban sombreros, al igual que en México la idea de un americano agrediendo a alguien por crueldad, sabiendo que estas actitudes han sido dejadas un poco en el pasado. Dejando en claro el poder de la producción cinematográfica no tan solo de la frontera, sino, del el mundo en general.

Por otro lado y conociendo que el modo vivendus de un determinado lugar sólo puede ser entendido y contado por los habitantes del mismo, debo aclarar que no se puede hacer referencia al mexicano fronterizo como ejemplo invariable de la cultura mexicana ni al estadounidense fronterizo como parte de los americanos del resto del país. Ya que el choque de culturas no nos hace la perdida de una cultura sino la fusión y la creación de una nueva. Por eso he de hacer énfasis en los dos documentales siguientes “que suene la calle” y “Maquilapolis” donde se nos presenta una realidad contada por quienes viven en este lugar. En la frontera norte.

Maquilapolis da un giro a esa tan marcada idea de que la frontera es el lugar prometido, donde todo será más fácil, por lo menos en esta ocasión la ciudad de Tijuana conocida por el sin numero de “maquilas” parece darle la espalda a aquellos que vienen en busca de una oportunidad y el arrepentimiento de haber migrado a este lugar. Que me hace recordar una de las situaciones que mencionaba Iglesias: “La tierra de los dólares y el sufrimiento de los que van para allá” (2003), aunque en esta ocasión podríamos cambiar los dólares por pesos (ya que vienen en busca de un trabajo a esta ciudad), pero haciendo a un lado nos presentan una situación que es un tanto común con los trabajos que se mencionaban en las películas de los años 50 y que continua siendo la problemática que se ha destacado durante años: la explotación de los empleadores. Sin embargo, en vez de regresar a su ciudad natal prefieren estar sufriendo y esforzare cada vez más. Lejano de rendirse, se aferran a esta polis tan difícil y cruel.

En cuanto a “Que suene la calle” nos muestra una problemática que podemos asociar con el tan presente tema de los noticieros y películas: las drogas. Sin embargo aunque parezca tan nuevo, seguramente la visión de una frontera con drogas no es nada nuevo, más bien parece ser algo un tanto normal − no es que este de acuerdo con esta situación – y lo relaciono con a lo que Norma Prieto menciona como la “Toma 9. La frontera como el centro de acción y el imperio del narcotráfico” y no es que este documental haya tocado el narcotráfico directamente si no que presenta rasgos que caracterizan a la frontera, por que para quienes no viven aquí, Tijuana es el lugar donde uno puede vivir sin respetar las leyes, la ciudad esta llena de prostitutas, homosexuales y drogadictos.

Las muestras cinematográficas mencionadas a diferencia de las películas son un archivo documental por lo cual sólo se muestra un realidad que se vive y esta realidad sólo reafirma la idea que fue reforzada durante tanto tiempo por el cine mexicano y hollywoodense sobre como viven y se vive “acá en el norte” y “allá al otro lado” en esta tierra de nadie. Donde los que llegan no llegan para quedarse pero se quedan para llegar, llegar a tener una mejor oportunidad y calidad de vida. Siendo así, entonces las películas de la frontera no sólo serian una idea deseada, sino, la muestra de la realidad.

Puedo concluir, que el cine en la frontera norte: a) ha evolucionado y ha cambiado las técnicas, sin embargo, b) sus temáticas se mantiene en el camino que desde un inicio se forjo, hablar de las problemáticas y características. Y de esta forma c) crear estereotipos de este “supuesto lugar de paso donde se crea una cultura ajena a ambos países”. Forjando así esta tan peculiar vida del norte. Criticada, agredida pero al final de cuentas deseada.

Referencias:

Iglesias, N. (2003). Retratos cinematográficos de la frontera. El cine fronterizo, el poder de la imagen y la redimensión del espectaculo cinematográfico. En M. Valenzuela (coord.), Por las fronteras del norte. Una aproximacion cultural a la frontera México-Estados Unidos (págs. 328-363). México, D.F: Fondo de Cultura Economica.

Funari, V. De la Torre, S. (Productor/Director). (2006). Maquilapolis. México.

Martínez, I. (Productor/Director). (2003). Que suene la calle. México: Consejo Nacional para la cultura y las artes.

Rubio, O. (Productor/Director). (2007). ¿Y tú cuánto cuestas?.México-Estados Unidos.

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